Los Bingos de la CAM están llevando a cabo a una renovación de los servicios que ofrecen y proporcionan una opción de entretenimiento responsable y esporádica.
Para renovar el formato clásico del juego en Salas de Bingo, las Salas están incorporando un factor de multiofertas para atraer a un público más amplio, acercando su oferta de entretenimiento a más personas y haciendo especial hincapié en sus servicios de restauración y hostelería a precios económicos.
Los Bingos de la CAM trabajan en estrecha colaboración con el organismo regulador perteneciente a la Consejería de Interior, para mantener e impulsar el cumplimiento de las normas del sector, han impulsado la aprobación de diversas normas en la CAM de protección de los colectivos vulnerables y continúan ejercitando el juego responsable.
Han fomentado comportamientos responsables en el juego y protegiendo a los clientes vulnerables a través de un juego más seguro. Todas las partidas están en red con la Administración Autonómica, que conoce todos los premios que se dan en cada Bingo y en todos los accesos se verifica la identidad y edad de todos los usuarios, así como que no estén inmersos en ninguna causa de autoexclusión, incluso los propios cartones del bingo a su propia petición incorporan la leyenda de la prohibición de acceso al juego a menores de 18 años y el jugar con responsabilidad.
Sin entradas para los menores y autoprohibidos a lo largo de la historia
Otra de las medidas clave para asegurar un juego responsable y seguro es la formación de las personas trabajadoras de las salas, reciben recursos y directrices para fomentar actitudes de juego positivas y para la detección y reacción con medidas de autocontrol ante posibles comportamientos irregulares en las Salas.
Según el análisis de los datos de ENRACHA, el 46 % de sus clientes del Bingo registran una edad entre 18 y 35, lo que significa la entrada en juego de un público joven que hasta ahora no tenía esta modalidad entre sus preferencias para el esparcimiento o diversión, aunque es cierto que su gasto por cliente de esta franja de edad está lejos del cliente habitual de edad más avanzada.
En el resto de salas de la CAM también avanza a distintas velocidades el cambio generacional que se viene produciendo de manera paulatina, observándose con mayor claridad después de la pandemia.
Esto es posible porque los Bingos de la CAM se han renovado, ampliando la oferta de juegos y servicios del bingo tradicional a máquinas y juegos electrónicos, con la posibilidad de incorporar productos de hostelería y restauración a precios muy moderados.
Los Bingos Madrileños insisten en la necesidad de seguir atrayendo a este público más joven, mayor de edad, para asegurar el relevo generacional e impedir que el Bingo desaparezca en unos años.
Jugar al Bingo es un acto social claramente diferenciado de otras modalidades de juego, que tiene como fin principal en sí mismo pasar un buen rato en compañía, socializar y divertirse, no para ganar dinero, tiene un componente familiar, siendo el gasto medio por visita al Bingo de 22,90 € por usuario, el equivalente a una cena en un restaurante medio.