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Femivoz y el proceso de feminización de la voz en casos de detransición (FTM)

La detransición es el proceso a través del cual una persona, habiendo empezado una transición hacia otro género, decide volver al género atribuido al nacer.

En los procesos de detransición del género masculino hacia el género femenino (MTF), la voz no suele representar un problema, ya que, a menos que se haya procedido a una intervención quirúrgica, la voz puede volver atrás, a saber, a su estado inicial de masculinidad. Sin embargo, en los casos de transición hacia el género masculino (FTM), en los que la persona ha pasado por una hormonoterapia y ha, por tanto, consumido testosterona, la voz se habrá visto probablemente afectada y habrá sido virilizada. En estos casos, será necesario pasar por un entrenamiento vocal de feminización de la voz que permita a la aprendiz desarrollar la feminidad hablada y expresada a partir de sus cuerdas vocales modificadas anatómicamente por la hormonoterapia masculinizante.

Cada caso es diferente, por lo que los efectos de la testosterona en la voz variarán de una persona a otra. Habitualmente, en unas 10 sesiones, a saber, entre 2 y 3 meses de trabajo, se consigue modificar la voz para que la persona vuelva a expresar feminidad.

En estos casos, es importante informar a la aprendiz que la voz que se obtendrá puede no resultar totalmente igual que la voz inicial. En efecto, no hay que olvidar que las cuerdas vocales se habrán visto modificadas en su tamaño y grosor y que, por supuesto, el sonido que emana de éstas puede ser diferente. Aún así, se obtiene resultados positivos en el 100 % los casos; la aprendiz obtendrá una voz femenina y natural gracias al entrenamiento vocal.

Una voz virilizada por la toma de testosterona y sus principales características

La testosterona puede consumirse también en casos de personas que tomen esteroides anabolizantes. En ambos casos, los efectos serán los mismos, a saber, habrá un efecto masculinizante no solo a nivel de la voz, sino también a nivel del cuerpo en general. 

En el caso de una detransición (FTM), habitualmente el efecto en la voz va a depender de la cantidad de testosterona ingerida, de la duración del tratamiento así como de la edad de la aprendiz. La mayoría de los casos suelen ser de chicas jóvenes entre 20 y 30 años que han consumido entre un año y un año y medio de testosterona. En estos casos, la voz se ve afectada a nivel de su gravedad y a veces también de su calidad. 

Generalmente, se procede a una evaluación vocal y se definen objetivos conjuntamente con la aprendiz antes de empezar el entrenamiento vocal. Se desarrolla la elasticidad muscular laríngea y se trabajan los parámetros de la melodía, la articulación y la expresividad. En Femivoz proponen una sesión de 30 minutos por semana por videoconferencia. Los resultados empiezan a percibirse a partir de la segunda o tercera semana y, después de 3 meses de entrenamiento, la aprendiz ya no necesitará más sesiones, su voz quedará feminizada y su gesto vocal completamente modificado alejándose del efecto masculinizante del tratamiento hormonal.